jueves, 23 de julio de 2015

QUIMCHIGÜELLINGTON DE CASA FLOW


Sí, no vale reírse. Pero he tenido que pedir ayuda para poner nombre a esta receta, porque cuando una tiene una idea en la cabeza, es machacona hasta el infinito y el Wellington era una asignatura pendiente en mi lista (que aún es bastante larga). Te pones a leer, a estudiar y la verdad, me parece que era un plato bastante aburrido para la enorme dinámica y trabajo que lleva. Así que lo fui dejando pasar, pero sin salir de mi cabeza.

Pero llega el momento en que tienes varias circunstancias juntas y ya no puedes abandonar; tienes el solomillo, tienes el hojaldre y tienes mil cosas en la nevera que pueden llevarte a hacer algo, que puede estar bien. Consultas al otro lado de la red y enseguida encuentras la respuestas: "lo veo". Es el último paso que te da la confianza de que no estás haciendo una locura incomible, sino algo que puede sorprender y tener éxito. Te lo planteas y te lanzas al vacío.

Pues algo así me ocurrió ayer mismo con esta receta. Y la culpa la tuvo el kimchi que me dejó Mikel Fernández de su paso por Flow Cooking en su taller de cocina coreana, que disfrutamos tanto. Después de dos meses y pico, el kimchi estaba en todo lo suyo y yo le había prometido darle un buen empleo. Un par de ensaladas y como guarnición, habían sido sus últimos usos. Pero me faltaba algo más digno que todo eso. Tenía que darle más protagonismo.

Lo normal en un solomillo Wellington es envolverlo en una farsa de setas con algo de foie y cubrirlo con algo más que el hojaldre. Además se hace con un buen solomillo de ternera. Confieso que he pecado mucho. Yo lo he desvirtuado casi del todo con un solomillo de cerdo y las setas brillan por su ausencia. En fin, me pongo manos a la obra y os cuento cómo lo hice.

INGREDIENTES; 

Una placa de hojaldre rectangular
Una pieza de solomillo, desgrasado y limpio de toda ternilla o fibra dura.
Kimchi
Cebolla picada
Jamón serrano cortado en finas lonchas
Paté de ibérico

ELABORACIÓN: 

Primero de todo, limpiar bien el solomillo de toda la grasa y fibras duras que lo cubren por algunos lados y reservar.

Escurrir bien el kimchi, eso si, el caldo que suelta me lo reservo, porque eso es un manjar. De hecho, vi a Angel León el otro día (el Chef del Mar) marinando atún con ese caldo. Una vez escurrido bastante el kimchi, para que no nos suelte caldo luego y humedezca el hojaldre, lo picamos bien y lo sofreimos junto con la cebolla. Cuando está bien sofrito, le añadimos tres cucharadas del paté de ibérico a las finas hierbas y lo dejamos enfriar.

Mientras, sobre papel film, colocamos los filetes de jamón. Se trata de envolver luego el solomillo con ellos, así que cubriremos toda la base de film. Encima extendemos el sofrito del kimchi. Como este suele ser de un sabor fuerte y algo picante, mirad de poner la cantidad que más se ajuste a vuestro gusto. Yo puse una buena capa, no muy gruesa, pero consistente. Quizá debí poner algo menos, porque en casa comentaban que picaba. Pero lo cierto es que pensé que como el solomillo de cerdo no es demasiado sabroso, le vendría bien un buen condimento.

Pues bien, tenemos sobre el film el jamón, el sofrito del kimchi bien extendido y sobre éste colocamos el solomillo. Ayudándonos del film, vamos envolviendo bien apretado el solomillo hasta cerrarlo y apretarlo cerrando el film por los lados. Lo dejaremos reposar una media hora en la nevera.

Mientras iremos precalentando el horno a 180º. Lo puse flojo porque se tiene que hacer bien la carne que va dentro, sin quemarse el hojaldre. Así que preparamos la placa y sacaremos el rulo con el solomillo del film para colocarlo sobre la placa y de nuevo lo envolvemos bien, sellándolo en las orillas según vuestra costumbre. Yo lo hice con un tenedor, igual que cierro las empanadillas, porque me quedaba bastante justo.

Pintar con huevo el hojaldre y espolvorear si se quiere con unas semillas de amapola. Al horno, flojito, para que se vaya haciendo despacio. Yo lo tuve unos 45 minutos y quizá debí sacarlo unos 5 o 10 minutos antes, porque me gusta un poco menos hecho. Pero reconozco que estaba bien jugoso y rico con ese tiempo.

Y nada más que sacar con cuidado de que no se rompa y partir, si podéis con un cuchillo eléctrico que os lo facilitará bastante y no se desmoronará la masa del hojaldre.

Espero que os guste. Es original pero creo que muy bueno. Solo os digo que hay que atreverse a hacer cosas nuevas y si no lo pruebas, nunca sabrás si te gusta.

Un afectuoso saludo a todos los que os acercáis a leer. Gracias.

Mamen













1 comentario:

  1. Pues a mí me ha encantado tu versión, mil veces más original y sabrosa!

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