miércoles, 30 de noviembre de 2011

MONTE NEVADO DE MI TIA DOLORES

Ya os hablé al principio de este blog que fue mi abuela la que me indujo a la cocina, pues bien, otro poco de ese mérito lo tiene mi buena tía Dolores, de Tébar (Cuenca). Ella era también de esas buenas cocineras que nos sorprendía con un fastuoso arroz caldoso cada vez que íbamos a verla, con conejos de la caza y buen pollo del corral... no tengo que contaros cómo estaba. Y siempre, de postre nos preparaba esta receta. Tan buena y elaborada que un día me puse a su lado y le hice que me dijera paso por paso cómo la preparaba. Creo que ésta es la primera receta que tengo escrita, y me hace mucha ilusión conservarla porque cada vez que la veo recuerdo a mi tía indicándome paso a paso toda la elaboración. Puede que tuviera catorce o quince años, desde esto... ¡¡ya ha llovido!!
Pues bien, tengo que deciros que es bastante elaborada y lleva mucho "cacharreo" (es decir, que ensucias muchos cacharros), pero merece la pena prepararla. Tiene sabor a "antaño".


INGREDIENTES:

3 huevos
1 litro y 1/2 de leche entera
3 cucharadas soperas de Maizena
15 cucharadas soperas de azúcar
Canela (en polvo)
Corteza de limón

ELABORACIÓN (os lo pongo tal cual ella me indicó):

Se pone a hervir un litro de leche con la corteza de limón -sin nada de blanco-. Mientas, se montan las claras a punto de nieve con 7 cucharadas de azúcar.

A parte, se baten las yemas con el resto del azúcar.

En el medio litro de leche restante (fría o del tiempo), se deshace la maizena y se mezclan con las yemas.
Las claras montadas se van cociendo a cuchardas en la leche hirviendo -antes habremos quitado la corteza del limón, para que no nos estorbe- se les da una vuelta cuando se han hinchado y se van dejando en una fuente honda donde se vayan a servir (es mejor no manipularlas mucho, pues se rompen con facilidad y quedan más bonitas enteras, como nubes).


Cuando hayamos terminado con toda la clara, vamos echando las yemas poco a poco y sin dejar de remover en la leche hirviendo y se cuecen hasta que se espese; entonces la echamos en la fuente con las claras. Por su peso, se irá al fondo.

Lo dejamos enfriar, lo adornamos con canela molida y servir.

De mi cosecha, la última vez que las hice, aparté un poco y les puse sirope de chocolate. Es otra versión más para golosos y que también tuvo mucho éxito.
Gracias tía!!

Ah! una recomendación: importante que la leche esté hirviendo para que las claras se pongan bien huecas, de lo contrario,  se enroscarán y no cogerán consistencia.

2 comentarios:

  1. Qué bonitas son las recetas de antaño y los recuerdos de familia, yo también tengo cosas así y me encanta evocarlas cocinaándolas.

    Me quedo por tu preciosa cocina para no perderme nada.

    Besos
    Carmen
    www.dietamediterraneasana.blogspot.com

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  2. Me encantan las recetas de antaño, para mi gusto son más sabrosas que las contemporáneas, gracias por compartir

    Mi nombre es Charito Peraza y quería aprovechar la oportunidad para te preguntar si la puedo traduzirl al portugués y ponerla en una red de culinaria de la qual participo y también me la puedo llevar a mi blog.

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