No hace mucho que había hecho torrijas, así que otra vez esta Semana Santa torrijera, como que no. Por eso he que para variar, este año íbamos a preparar otra de esas recetas típicas y que me gustan un montón; los rellenos o panecicos o como se les quiera llamar, dulces.
Y claro, ha sido decir que iba a hacer rellenos, y todo el mundo se ha apuntado a probarlos. "Anda. Porfa, guárdame unos pocos"... El caso es que me puse a hacer y utilicé un pan de casi kilo y medio. Una docena y media de huevos y como dos kilos de azúcar.... Imaginaros, he hecho rellenos para dar y vender!! Pero muy a gusto, no creáis.
Pero no os preocupéis; haciendo una simple regla de tres podemos calcular una medida un poco más proporcionada para que hagáis unos pocos; no para todo el vecindario, como yo. Os lo cuento. Pero en estas cosas funciona más la intuición de conocer cuándo una masa está suficientemente esponjosa como para no seguir echándole más pan. Eso es lo que a mí me ha guidado.
Otro consejo que os doy es que utilicéis un aceite de oliva de 0.4º o incluso de girasol, y que si freís muchos, lo cambiéis cuando lo notéis ponerse un poco oscuro.
Bueno, al tajo!!
INGREDIENTES :
6-8 huevos
Un pan pequeño (sólo la miga) (de cuarta o un poco más)
La corteza de una naranja y la ralladura de otra.
La corteza de un limón
Dos o tres palos de canela
Un clavo de olor
3 o 4 hebras de azafrán
700 g de azúcar (si no sois muy golosos, poner solo 500)
Un chorreoncillo de Vino dulce (opcional, pero le da un punto buenísimo)
Piñones.
ELABORACIÓN:
En primer lugar, le quitamos al pan toda la corteza. El pan debemos tenerlo mejor de un par de días, para que esté un poco más "sentao" como le dicen por aquí. Quiere decir, que no esté tan tierno como recién hecho. Con la molla o la miga, la trituramos; bien con Thermomix o con las manos o con un rallador... Como queráis o podáis.
Entonces batimos todos los huevos y vamos añadiendo de esa miga picada hasta que quede una masa esponjosa pero suficientemente consistente. Darle un poco de tiempo, porque el pan se va empapando y luego como que se queda un poco más espeso. Mientras, podéis ir rallando muy fina la corteza de una naranja sobre esta masa.
Ponemos una sartén honda a calentar con bastante aceite. Los rellenos los iremos formando con una cuchara y dejándolos caer sobre el aceite bien caliente. Es importante mantener constante una temperatura en el aceite. Si lo tenemos al máximo del todo, se pueden quemar y quedar sin hacer por dentro. Y si lo ponemos al mínimo, no se quedan esponjosos ni huecos. Les damos una vuelta y a escurrir sobre un papel de cocina.
En una cacerola grande, iremos preparando el almíbar. Para ello ponemos el azúcar al fuego, sin necesidad de las gotas de limón (eso es para cuando queremos extenderlo mejor) y lo dejamos que caramelice y se disuelva. Cuando esté a punto de hervir le ponemos un litro y medio de agua. A este agua añadiremos las cortezas de limón y naranja, la canela y el clavo con los pelos de azafrán. Lo dejaremos hervir un rato y luego iremos echando con cuidado los rellenos en el almíbar. Otro poco al fuego (unos 10-15 minutos) y se dejan enfriar en ese caldo.
Buenos días Mamen,
ResponderEliminarYo reconozco que no soy muy goloso, pero viendo el postre que has presentado me han dado ganas de probarlo, de verdad. Me recuerda a los que hacía mi abuela cuando yo era un niño, con ese aroma en la cocina de leña.... ay...! qué buenos recuerdos, cuando todo se elaboraba de forma natural..tradicional
Veo que esa es la manera que tienes tú de entender la cocina. te felicito por ello.
A mí, me has conquistado el estómago.
¿quién será el afortunad@ que pruebe tan digno manjar.
Enhorabuena por el plato y por el blog.
Un besito dulce guapa. :)
_________________Cyrano.
Hola mamen!!!
ResponderEliminarDescubrí tu blog este fin de semana, y me ha venido de maravilla la receta del bocadillo de vigilia. Seguiré investigando tu blog, tiene buena pinta y seguro que me sacas de apuros más de una vez.
Enhorabuena por el blog!!!
Un beso!!!
Buenos días mamen!!! Qué delicia,,,rellenos en dulce!!!!
ResponderEliminarEn casa son obligatorios cada Semana Santa.
Cuando éramos pequeños mi madre los tenía que guardar en la alacena alta, porque si los dejaba a mano,,,,,desaparecían por arte de magia!!
Sabes que soy muy goloso y hoy me has regalado una gran alegría.
Muchas gracias, mamen,,,besos de almíbar!!!
que buenos tienen que estar no los e probado nunca y eso no puede ser jejjejej bssss
ResponderEliminarHola Mamen, te he descubierto por el facebook y me he llevado la receta corriendo. Los hacía mi suegra que murió hace ya unos años y es una de las que no tenía muy claro cómo la hacía. Ella era de Hellin y los llamaba panecicos. Gracias por prestárnosla. besos, me hago seguidora y te invito a mi blog.
ResponderEliminarNo conocía este dulce y me ha gustado mucho.
ResponderEliminarAnda que no estarán contentos todos tus vecinos o a quienes les hayas dado rellenos.
Un beso, señora generosa :)
Yo los conozco pero con leche y canela en lugar del almibar, son típicos del pueblo de mis padres, Cedillo (Cáceres) y están muy buenos pero los tuyos seguro que también estarán buenísimos.
ResponderEliminarjeje aca en Guatemala les llamamos molletes y son tipicos en semanasanta subi algunas fotos de su preparacion.
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