Esta receta es de esas que de verdad están rescatadas de antaño, antaño. Partimos de la receta original, que data hace más de 150 años. La abuela Rosario, de la familia de los Serra, les dejó el legado de algunas recetas fantásticas. Entre ellas este año he querido destacar estos mantecados de vino blanco que en su casa preparaban entre todas las mujeres (era una familia muy numerosa) por la noche y llevaban por la mañana al horno para cocerlos.
El "secreto" ha pasado de madres a hijas y llega hasta hoy. Yo llevo años viéndolos prepararlos. Y hablando hoy con una de las nietas (que ahora ya es abuela) me contaba que era como un ritual el preparar por la noche la masa, para dejarla "al relente", tapada con un paño limpio toda la noche, para que la manteca se enfriara y cogiera bien la harina y el vino. Por la mañana se formaban y se colocaban en bandejas y se llevaban por la calle a hornear en el Horno del Rosario, dejando a la gente con la boca abierta de ver esas viandas. Luego se volvían otra vez a llevar a la casa para pasarlos por azúcar.
Da gusto ver que se mantienen las tradiciones y no se acaba ese momento de reunión para amasar y formar los mantecados y disfrutarlos en las fiestas navideñas. Es otra excusa para reunir a la familia. Y de esas hay que buscar cuantas más, mejor.
¿Los preparamos? Vamos! veréis qué fácil.
INGREDIENTES:
750 gs de harina
750 gs de manteca
250 gs de vino blanco
azúcar glass
ELABORACIÓN:
Tengo que confesaros que las manos que han amasado estos mantecados y lo hacen normalmente en mi casa es Lita, mi madre. Ya son famosos sus rollos de vino que os enseñé las navidades pasadas, así que este año, me puse a su lado para ver cómo preparaba estos mantecados heredados de la abuela Rosario, y llevarme mi parte.
No es nada complicado. Por la tarde-noche se prepara la masa: para ello se ablanda la manteca moviéndola bastante y se le añade el vino blanco y la harina, sin dejar de amasar, intentando que se integre del todo el líquido y la harina con la manteca. Cuando parece que ya lo va absorbiendo, se saca la masa sobre la mesa (enharinada previamente) y se continúa amasando hasta que quede suave y tersa la masa.
Entonces se deja tapada con un paño limpio toda la noche "al relente" para que se enfríe de nuevo la manteca y se integren bien los ingredientes.
Unas horas más tarde, a la mañana siguiente, se pasa el rodillo por la masa, aplanándola para dejarla con un grosor de medio centímetro más o menos, y se van cortando tiras y de las tiras, cuadraditos o rombos o como más te gusten. Redondos, con formas o como más rabia te den. Eso da igual. Lo que sí es importante es usar un cortador o cuchillo e ir limpiándolo bien para que no se le pegue la manteca y los cortes salgan mal o con picos.
Se colocan sobre papel de horno en bandejas un poco separados, porque crecen, y se meten en el horno, previamente calentado a 200º durante unos 15-20 minutos, o hasta que se doren un poco.
Se sacan de la bandeja, se dejan enfriar y luego se cubren bien de azúcar glass.
Y ya están preparados para servir con una copita de mistela en las sobremesas. Espero que sepáis guardar el secreto y que os animéis a prepararlos. Muy buenos y con sabor a antaño.
Desde aquí os deseo una Feliz Navidad y un año lleno de cosas buenas!
Mamen
El "secreto" ha pasado de madres a hijas y llega hasta hoy. Yo llevo años viéndolos prepararlos. Y hablando hoy con una de las nietas (que ahora ya es abuela) me contaba que era como un ritual el preparar por la noche la masa, para dejarla "al relente", tapada con un paño limpio toda la noche, para que la manteca se enfriara y cogiera bien la harina y el vino. Por la mañana se formaban y se colocaban en bandejas y se llevaban por la calle a hornear en el Horno del Rosario, dejando a la gente con la boca abierta de ver esas viandas. Luego se volvían otra vez a llevar a la casa para pasarlos por azúcar.
Da gusto ver que se mantienen las tradiciones y no se acaba ese momento de reunión para amasar y formar los mantecados y disfrutarlos en las fiestas navideñas. Es otra excusa para reunir a la familia. Y de esas hay que buscar cuantas más, mejor.
¿Los preparamos? Vamos! veréis qué fácil.
INGREDIENTES:
750 gs de harina
750 gs de manteca
250 gs de vino blanco
azúcar glass
ELABORACIÓN:
Tengo que confesaros que las manos que han amasado estos mantecados y lo hacen normalmente en mi casa es Lita, mi madre. Ya son famosos sus rollos de vino que os enseñé las navidades pasadas, así que este año, me puse a su lado para ver cómo preparaba estos mantecados heredados de la abuela Rosario, y llevarme mi parte.
No es nada complicado. Por la tarde-noche se prepara la masa: para ello se ablanda la manteca moviéndola bastante y se le añade el vino blanco y la harina, sin dejar de amasar, intentando que se integre del todo el líquido y la harina con la manteca. Cuando parece que ya lo va absorbiendo, se saca la masa sobre la mesa (enharinada previamente) y se continúa amasando hasta que quede suave y tersa la masa.
Entonces se deja tapada con un paño limpio toda la noche "al relente" para que se enfríe de nuevo la manteca y se integren bien los ingredientes.
Unas horas más tarde, a la mañana siguiente, se pasa el rodillo por la masa, aplanándola para dejarla con un grosor de medio centímetro más o menos, y se van cortando tiras y de las tiras, cuadraditos o rombos o como más te gusten. Redondos, con formas o como más rabia te den. Eso da igual. Lo que sí es importante es usar un cortador o cuchillo e ir limpiándolo bien para que no se le pegue la manteca y los cortes salgan mal o con picos.
Se colocan sobre papel de horno en bandejas un poco separados, porque crecen, y se meten en el horno, previamente calentado a 200º durante unos 15-20 minutos, o hasta que se doren un poco.
Se sacan de la bandeja, se dejan enfriar y luego se cubren bien de azúcar glass.
Y ya están preparados para servir con una copita de mistela en las sobremesas. Espero que sepáis guardar el secreto y que os animéis a prepararlos. Muy buenos y con sabor a antaño.
Desde aquí os deseo una Feliz Navidad y un año lleno de cosas buenas!
Mamen
anda que no!!! la abuela hacia unos mantecados de primera categoría! estan de 10
ResponderEliminarun beset
Silvia
que maravilla! parece muy sencilla. Gracias por compartir este secreto y hacer que no se pierdan las buenas costumbres, felicidades!
ResponderEliminarque maravilla! parece muy sencilla. Gracias por compartir este secreto y hacer que no se pierdan las buenas costumbres, felicidades!
ResponderEliminarqué "sencilla" xo qué buena pinta tienen esos mantecados.
ResponderEliminara mí es que el dulce me pierde... ainsss...
gracias, más que por la receta, por compartirla y hacer que siga viva
un saludo
@sergixan
lo tradicional es lo mejor!!! gracias los hare muy pronto
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