Llegada la época de las fresas, en la primera ocasión que se nos presenta a las amigas para juntarnos todas pedimos a Pilar que prepare su espectacular tarta de fresas. No solo da gusto verla, porque tiene una presentación impresionante, sino que está buenísima.
Este fin de semana que tuvimos cumpleaños, la preparé yo en casa, siguiendo sus instrucciones, y claro. El éxito fue tal que todos reclamaron la receta. Así que, con permiso de Pilar, os lo explico. Es sencillísima.
INGREDIENTES:
Dos planchas de hojaldre (el de Mercadona no hay ni que tocarlo)
Azúcar glas (para espolvorear por las planchas)
Medio kilo de nata montada (si la montas tú; medio litro de nata y 150 gs de azúcar)
Una pizca de mermelada (de la que quieras, no tiene porqué ser de fresa)
Un sobre de gelatina en polvo (o si tienes en láminas da igual)
ELABORACIÓN:
A mí me gusta preparar las fresas la noche de antes, poniéndolas -sin los rabitos- con un par de cucharadas de azúcar y un chorrito de vinagre de manzana, para que se pongan un poco más tiernas y brillantes. Pero no es imprescindible. Las puedes poner directamente después de lavarlas y cortarlas por la mitad (de arriba a abajo, no por el medio; así quedan mucho más bonitas, porque no pierden la forma).
Lo primero, ponemos a calentar el horno a 200º, mientras preparamos las planchas; las extendemos sobre un papel de horno (que ya trae el paquete) y las pinchamos bastante -para que no suban mucho- y espolvoreamos con azúcar glas. Las metemos en el horno (una a una) durante unos 20 minutos aproximadamente, o hasta que las veamos bien cocidas y un poco doradas.
Seguidamente ponemos sobre una plancha, la nata montada con ayuda de una manga pastelera.
La otra plancha, la untamos con mermelada, poniendo una capa fina con un pincel o una cuchara (el objetivo es que las fresas se queden pegadas y no se muevan) e iremos colocando las fresas por encima de modo que quede cubierta toda la plancha. Si ponemos una hacia arriba y la otra hacia abajo, encajan perfectamente, pero eso es a gusto de cada uno y depende también del tamaño de las fresas.
Por último, montamos la tarta, poniendo la plancha de las fresas sobre la otra con la nata. Y preparamos la gelatina. Yo utilizo unos sobres que encuentro en Lidl y que se preparan muy fácil; con dos cucharadas de azúcar y 1/4 l. de agua. Se le puede echar almíbar en vez de agua o añadir el jugo que han soltado las fresas.
Esta gelatina se deja reposar un minuto y se pone por encima de la tarta, cubriendo todos los huecos entre fresa y fresa. La dejamos enfriar y se sirve.
Fácil y buenísima. Si las fresas están dulces, tenéis el éxito asegurado!!
Este fin de semana que tuvimos cumpleaños, la preparé yo en casa, siguiendo sus instrucciones, y claro. El éxito fue tal que todos reclamaron la receta. Así que, con permiso de Pilar, os lo explico. Es sencillísima.
INGREDIENTES:
Dos planchas de hojaldre (el de Mercadona no hay ni que tocarlo)
Azúcar glas (para espolvorear por las planchas)
Medio kilo de nata montada (si la montas tú; medio litro de nata y 150 gs de azúcar)
Una pizca de mermelada (de la que quieras, no tiene porqué ser de fresa)
Un sobre de gelatina en polvo (o si tienes en láminas da igual)
ELABORACIÓN:
A mí me gusta preparar las fresas la noche de antes, poniéndolas -sin los rabitos- con un par de cucharadas de azúcar y un chorrito de vinagre de manzana, para que se pongan un poco más tiernas y brillantes. Pero no es imprescindible. Las puedes poner directamente después de lavarlas y cortarlas por la mitad (de arriba a abajo, no por el medio; así quedan mucho más bonitas, porque no pierden la forma).
Seguidamente ponemos sobre una plancha, la nata montada con ayuda de una manga pastelera.
La otra plancha, la untamos con mermelada, poniendo una capa fina con un pincel o una cuchara (el objetivo es que las fresas se queden pegadas y no se muevan) e iremos colocando las fresas por encima de modo que quede cubierta toda la plancha. Si ponemos una hacia arriba y la otra hacia abajo, encajan perfectamente, pero eso es a gusto de cada uno y depende también del tamaño de las fresas.
Por último, montamos la tarta, poniendo la plancha de las fresas sobre la otra con la nata. Y preparamos la gelatina. Yo utilizo unos sobres que encuentro en Lidl y que se preparan muy fácil; con dos cucharadas de azúcar y 1/4 l. de agua. Se le puede echar almíbar en vez de agua o añadir el jugo que han soltado las fresas.
Esta gelatina se deja reposar un minuto y se pone por encima de la tarta, cubriendo todos los huecos entre fresa y fresa. La dejamos enfriar y se sirve.
Mamen soy gerardo un de los que han tenido la inmensa de fortuna de probar esta maravilla tiene un sabor increíble te prometo que mi hermana la probara no se en que cantidad muchas y besos ;)
ResponderEliminarMamen soy Jose, madre mia, con esas explicaciones tan claras, me sale bueno hasta mi, gracias por este trabajo!!
ResponderEliminarSaludos
qué buena pinta, me encantan las fresas. Ya no es el tiempo pero la tendré en cuenta.
ResponderEliminarRiquísimo el hojaldre en esta tarta que es una delicia.
ResponderEliminarBesazos, y mi quedo en tu cocina.