SALCHICHAS FRESCAS CON PIMIENTOS

Las salchichas no tienen ningún misterio, únicamente encontrar unas que estén buenas ya de por sí. Pero la forma de prepararlas puede hacer que en vez de estar buenas, estén buenísimas. Y eso me pasó la última vez que las preparé, tanto éxito tuvieron que todos a la vez me pidieron la receta.
Sinceramente, me da un poco de vergüenza poner esta receta sin misterio alguno, pero quedaron tan chulas y tan ricas que os quería hacer partícipes a todos.

INGREDIENTES:
un Kg de salchichas frescas -más sabrosas de cerdo, menos grasas de pollo-
medio Kg de pimientos del tipo "italianos"
Un poco de ajo en polvo y un poco de perejil. 
Aceite de oliva virgen (unos 100 ml)
150 ml. de vino blanco

ELABORACIÓN: 

Ponemos a freir los pimientos, sin quitarles el rabito ni nada, sólo lavarlos bien y secarlos para que no salpiquen. Tapar la sartén y hacerlo a fuego suave para que queden blanditos pero no quemados. Los apartamos y salamos un poquito.

Quitamos el aceite de la sartén (no lo tiréis, porque este aceite es buenísimo para cualquier guiso o para freir unos huevos), dejando un poco en el fondo y ponemos ahí las salchichas con el vino. Las dejaremos que se vayan haciendo removiendo de vez en cuando, hasta que se consuma todo el vino. 

Cuando se haya consumido todo, les ponemos un poco de picadillo de ajo y perejil (o utlizamos el de las especias en polvo) y les daremos unas vueltas más, hasta que se doren un poquito y ya las podemos servir. 

No os olvidéis el pan... Os va a hacer falta!!