GUISADO DE PATATAS CON ATÚN FRESCO (O CONGELADO!)

Ya se ha terminado la temporada de las barbacoas para estos filetes de atún, que exactamente no es fresco, sino congelado, y que para mí salen bien buenos y muchas veces, más asequible que el freso. Por ello lo aprovecho para  introducir más guisos de pescado en la dieta del día a día y este guiso ha tenido mucho éxito -¡para todas las edades! -y me ha resultado sencillísimo de hacer.

DURACIÓN APROX.: 3/4 de hora de guiso                              +   partir y pelar ingredientes. 

INGREDIENTES:

Patatas

Dos o tres dientes de ajo.

Medio  pimiento verde

Una cebolleta tierna

Un buen tomate rallado

La carne de dos pimientos choriceros (ya sabéis, los rehidratáis a remojo y luego le sacáis la pulpa)

Una cucharadita de pimentón dulce

Un Litro de caldo de pescado -el de Mercadona, o el de Gallina Blanca están muy buenos-

Dos lomos de atún

Dos huevos cocidos

Y , por supuesto, aceite y sal y si os gustan, un poquito de cominos.

ELABORACIÓN:

Primero pondremos a rehidratar los pimientos. Y mientras cortaremos en juliana la cebolla, los ajos, el pimiento verde y los iremos incorporando a la cacerola para preparar el sofrito. Cuando veamos la cebolla dorada, incorporamos el tomate rallado, rectificamos de sal. Si habéis puesto bastante tomate, un poquito de azúcar también le viene bien, para quitar acidez al tomate.  

Cuando empiece otra vez a salir el aceite del sofrito, echamos la carne de los pimientos choriceros y el pimentón. Unas vueltas y rápidamente ponemos las patatas cortadas, como dicen por aquí; "rotas" (esto es; metemos un poco el cuchillo y con ayuda de éste, rompemos el resto del trozo). Les damos unas vueltas para que se impregnen de todo el revuelto y enseguida añadimos el caldo de pescado (si no cubres todas las patatas, puedes añadir un poco más de agua y una pizca de sal).  Estos caldos preparados ya llevan la sal necesaria.

Lo tendremos de veinte minutos a media hora a fuego moderado y le añadiremos los lomos del atún cortados a dados. Unos cinco minutos más al fuego y se le incorporan las yemas de los huevos cocidos bien picadas y las claras a trozos. Y ya se puede servir. Os aseguro que lo repetiréis más de una vez y si os es posible, hacer el caldo con el sofrito de un día para otro y lo dejáis a falta de poner las patatas, nada más. Así  se mejora mucho. 

Este mismo guiso, admite si queréis sofreír al principio unos calamares, gambas peladas o almejas. O incluso hacerlo con rape o con cualquier otro pescado, siempre que sea de carne consistente