miércoles, 2 de enero de 2013

SOPA DE ESCUDELLA (Con el Ogya de Lékué)


Esta es una sopa que ya llevaba tiempo preparando en casa, haciéndola  cada vez de una manera diferente, simplemente dependiendo de los ingredientes que tuviéramos a mano. Con esto, solo quiero advertiros de lo versátil que es esta sopa.

El otro día, en la Showcooking que tuvimos en Herlo, con productos de Lékué la hicimos y a la gente le gustó mucho, por eso, no quería tardar en subir la receta al blog, tal y como le prometí a quien participó. 
Lo único que es imprescindible es el caldo de Escudella, las verduras y “el tropezón”, que nos encanta en casa.

No os quiero decir que también se me ha hecho imprescindible el Ogya de Lékué porque además de muy rica, me sale en apenas unos minutos, entre preparación y cocción. 

Ingredientes: 

·         Medio paquete de verduras para sopa Juliana (de Mercadona) 
·         150 gs de tropezónes que pueden ser; taquitos de jamon, trocitos de chistorra, trozos de restos de carne de un cocido…
·         Dos cucharadas de tomate frito
·         Media cucharadita de pimentón dulce
·         150 gs de pan duro
·         1 cucharadita de aceite
·         1 diente de ajo
·         1 l. de caldo de escudella (yo uso el de Gallina Blanca) 


Preparación;

Ponemos los tropezones elegidos  y un diente de ajo picado (si es chistorra, sin aceite. Si fuera jamón u otra cosa, una cucharada de aceite le viene bien). Un minuto y medio al microondas.

Sacar. Remover y añadir las verduras y mezclado todo bien.

Poner en el micro 3 minutos. Removemos a la mitad del tiempo.

Ponemos el tomate frito y el pimenton. Remover. Medio minuto más. 

Echamos el caldo de escudella (hasta la línea que marca el Ogya) y lo ponemos 8 minutos a máxima potencia. Una vez pasado el tiempo, le echamos el pan y cerramos de nuevo. Dejamos reposar un par de minutos, añadimos el caldo que nos había quedado de antes y servir.


Si os gusta un caldo muy consistente, o queréis que sea más completa, le podéis añadir una yema de huevo batida justo antes de servirlo. 

Y si no queréis ponerle tropezones, pues vosotros mismos. Las verduras y el caldo ya son una delicia. 

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