"Es mejor coleccionar momentos que cosas" Es una frase que me encanta y que no valoramos. Los momentos hacen menos bulto en los cajones y permanecen siempre, sin coger polvo ni estropearse. Y si los cuentas los renuevas. Por eso quiero contaros los buenos momentos que he pasado este fin de semana, para que no se me olviden nunca y queden aquí reflejados.
En realidad, le voy a pedir permiso a Anna Bas para que me deje que le dedique este post a nuestro buen amigo Ximo Carrión y no a las cocas de su madre, que era el fin de la "reunión coquera" este fin de semana. Aunque no puedo pasar por aquí sin mencionaros esas fantásticas cocas de Xabia que nos enseñó a hacer paso a paso con todo el amor del mundo, que suele ser el ingrediente principal para que las cosas salgan deliciosas. Ese cariño con que se prepara la masa, se da forma, se rellena y ese amor con que su padre cuida el horno para que tenga el calor justo... Todo eso es, sin duda, un arte y una tradición que no debería perderse nunca. Una maravilla que me he sentido privilegiada de compartir.
Pero no os voy a dar la receta de las cocas. No sabría hacerlo mejor que Ximo (Fentdetutto en las redes) y él os lo cuenta fenomenal en este post. Así tenéis ya una excusa para pasar a leerle y daros una vuelta por su blog. Recrearos en sus recetas y en su forma de escribir. Acercaros a su particular cocina. Podéis leer entre líneas la humildad que tiene, siendo un gran profesional, como lo es desde hace años.
Ximo es un joven al que la vida no le ha sonreído demasiado. Cuando empezaba a tener éxito como cocinero, la salud le dio de lado y ha sido la que, desde hace unos años, le ha ido limitando. Pero no por ello ha abandonado su amor por la cocina. Y como buen profesional, sigue cercano, sobre todo a la gastronomía valenciana de la que está profundamente orgulloso y se le ve enamorado. Defiende lo suyo a ultranza. Sabe apreciar lo tradicional y al tiempo innovar.
Este fin de semana Ximo hizo un sobreesfuerzo para acercarnos a su amada Xabia a ver y recopilar cómo se hacen estas cocas, típicas del lugar. Da mucho gusto ver cómo se emociona y se dedica a hacer fotos de cada paso, de cada detalle, de cada gesto. Luego hace unos montajes increíbles que resaltan cosas de las que tú, quizás, no te has dado ni cuenta. Tiene mucha sensibilidad y eso se nota en sus trabajos.
Pues bien. Sabiendo que aunque no pudiera no iba a negarse, se nos ocurrió pedirle que nos hiciera una de sus espectaculares tortilla de patatas. Yo las he visto muchas veces y parece que tiene un molde para hacerlas. Le salen perfectas y con una pinta súper apetecible. Por eso tenía muchísimas ganas de verle en acción ante el fogón. Sabía que esa "tortilla Fentdetutto" tenía algún misterio y yo quería saberlo. Así que he decidido, una vez descubierto, compartirlo, con su permiso, con todos vosotros. Es verdad que él tiene publicada esta receta en su blog, nada menos que cree que es la mejor manera de entrar en los altares de la cocina, y segurísimo que en él lo encontráis mejor explicado, pero yo me voy a atrever a contaros lo que vi, dejarme que tenga ese capricho.
Porque casi todos sabemos hacer una tortilla de patatas. Pero si os preguntara, seguro que cada uno la hacía de diferente manera. De hecho, la mía no se parece en nada a la suya. Ambas están buenas, aunque no estoy aquí para comparar. Sólo os voy a mostrar cómo la hace él y que os sirva de guía a los principiantes, o de alternativa a los que ya la venís haciendo hace un tiempo.
Pues poneros los delantales y vamos manos a la obra!!! Pelamos patatas??
INGREDIENTES;
4 o 5 patatas medianas (algo menos de un kilo)
6 huevos grandes
una cebolla pequeña (fui yo la que le pidió que le pusiera cebolla)
Aceite de oliva
Sal
ELABORACIÓN:
Imprescindible, antes de contaros nada más, que tengáis una buena sartén antiadherente. De hecho creo que es obligatorio tener una sartén reservada exclusivamente para hacer tortillas. Esa que mimaremos con todo el esmero para que no pierda esa cualidad.
Pues si tenéis la sartén apropiada, ya podéis poneros manos a la obra: a pelar patatas! Una vez peladas y lavadas, Ximo la pone sobre una tabla, y con la maestría de un buen cocinero, comienza a dar "toques" con el cuchillo y corta en filetitos simétricos todas las patatas. Reconozco que se me caía la baba mirándole. Qué envidia esa habilidad!
Sin llenar del todo la base de la sartén, echa aceite y lo pone a calentar a fuego medio. Va echando las patatas y despacito las va pochando o mejor, como él dice: a confitar. Despacito y tapadas les va dando vueltas con cuidado.
Un poco después de echar las patatas, me enseña como se hace un corte en ciselé; pica finísima la cebolla y la incorpora a las patatas. A confitar junto. Despacito. Muy despacio. "La cocina es cuestión de paciencia, eso tenlo claro" me dice.
Una media hora más tarde, las patatas están confitadas, tiernas y la cebolla prácticamente ha desaparecido; ni se ve. Aún así el maestro chafa toda la mezcla. La pica toda y la deja, no como un puré, sino como si fueran trocitos muy pequeños y lo pone todo a escurrir el aceite en un escurridor. Reserva el aceite (esto es algo que saben los buenos cocinicas; ese aceite se puede volver a utilizar).
Mientras, bate los huevos. Pero me fijé que a penas los bate. Sólo un poquito. Me comenta que esto hace que salga más jugosa. Y luego mezcla poco a poco la patata removiendo bien. Mientras calienta la sartén que usará para hacer la tortilla. Pensé que se le iba a salir todo; me pareció mucha mezcla para tan poca sartén, pero realmente fue justo para que le saliera una súpertortilla bien alta!!
Antes de dar la primera vuelta, le vi que extendía con una servilleta aceite por toda la superficie del plato con el que iba a dar la vuelta al ejemplar. Es un buen truco, porque así se escurrirá mejor al volverla sobre la sartén.
El fuego flojito. Despacito va colocando toda la orilla de la tortilla para que quede impecable. No se desarma ni un poquito. Ni al dar la vuelta -cosa para la que también hay que tener maña y bastante práctica- se mueve algo fuera de su sitio. Ya está él vigilante, para que no se desmadre nada.
Varias vueltas da. La verdad, no las conté. Pero le gusta que quede algo doradita por la superficie y un poco tierna en el centro. Al final, un toquecito de más fuego para que se dore y tenga ese aspecto de obra de arte. En fin, un espectáculo con una pinta increíble.
Ximo. Es un gustazo estar cerca de ti y verte en acción. Es una suerte contar contigo como amigo. Es una lección verte afrontar tus problemas. Es un lujazo tenerte en este rinconcito de mi blog y darte a conocer a quien aún no sepa de ti. Hoy mi pinche te ha elegido una canción, para que en esos momentos en los que la vida se ponga chunga puedas evadirte a otro lugar donde se esté mejor.
Mamen
MUY BUENA PINTA QUE TIENE LA TORTILLA ¡¡¡¡ BESOTES
ResponderEliminarQué bonito post!!!!!
ResponderEliminarMe has hecho llorar.
ResponderEliminarMe has hecho sentir.
Me has hecho sonreír.
Últimamente y pese a todo lo que me pasa, me siento orgulloso de compartir mi vida con personas tan maravillosas como tú.
Mamen eres sorprendente y agradecida con aquellos que te quieren y respetan .
ResponderEliminarMe siento un privilegiado por haberte conocido en persona y descubrir a una gran mujer .
Y no quiero olvidarme de tu Marido Carlos.
Que no se queda atras en lo buena y gran persona que es .
Gracias por ser como eres personalmente conmigo .
Un gran abrazo amiga
¡Vamos Asi con ese cariño y delicadeza, es como se hace la buena comidina, aunque sea la cosa más sencillas mundo. Como ya te dije que hace más el que quiere que el que puede, y tu nos lo demuestras cada dia. Besinos guapo,desde Asturías .Yolanda
ResponderEliminarPedazo de tortilla. Y pedazo de post que dice mucho de los dos.
ResponderEliminarun beso a ambos
Buenísimo post Mamen!!!! Todo un placer leer tus líneas. Conviertes una receta de tortilla de patatas en poesía. Felicidades!!
ResponderEliminarY Sr. Ximo (porque hay que tratarlo de Sr. a partir de ahora) esa tortilla es puro arte simétrico!!!!
Felicitats ché!!!!!!
Todo una maravilla de lugar Xavea, y si lo juntamos con gente como vosotros, capaces de hacer de una tortilla todo un manjar, que más de puede decir.....besos para ti Mamen y abrazos para todos los demás...
ResponderEliminarQue bonito Mamen, conozco personalmente a Ximo y se que esto le ha llegado al corazon porque es una persona sensible y su mayor tesoro son sus amigos. Un beso.
ResponderEliminargracias por este post!! es precioso, me ha encantado ver a XImin cocinando feliz, bsssss
ResponderEliminarJooo pués a mí también me has hecho llorar, desde ya hace algún tiempo que me une a Ximo una amistad muy especial, desde que lo conocí en Málaga supe que este valenciano tímido pero siempre con la sonrisa puesta tenía mucho que dar. Y fíjate tú que no pensaba yo que fuera a darme truquitos para una tortillaca de patatas jajaja. Que post tan bonito y cuanta sensibilidad aunque cierto es que hablar de Ximo es hablar de sentimientos, valor, coraje y de una gran persona con mayúsculas que seguro que la vida le tiene reservados momentos tan especiales como el que habéis vivido. Besos y con mucha envidia de teneros tan lejos.
ResponderEliminarQue bonita entrada! se ve sentimiento en ella! y que decir de la tortilla!! hasta luego voy a prepararla Jajaja! gracias y un beso para todos
ResponderEliminarCómo disfruto leyéndote y sobre todo si uno de los protagonistas es Ximo al que le tengo un poco abandonado...
ResponderEliminarEsas cocas me recuerdan a las que hacía mi suegra en Ontinyent y la verdad es que se echan de menos!!
Y sobre la tortilla de patatas ... decir que sí, que parece de foto, que las mejores tortillas, las que mejor saben, son aquellas que se hacen con mucho cariño, Mamen y ésta en especial, estaba llena.
Un abrazo,
Silvia