lunes, 6 de julio de 2015

FAJITAS CASERAS DE POLLO AL CURRY


Yo siempre he sido de inventar muchas cosas para salir del paso. Cosas sencillas, rápidas y con un buen resultado tanto en boca como a la vista. Y de esas veces que improvisas #ConLoQueHabíaPorCasa y te sale algo delicioso que a todos sorprende y que decides anotar para hacerlo más veces.
Y hoy, repasando fotos para hacer limpieza (que hay que ver lo que acumulamos en los móviles), han aparecido estas fajitas y he decidido compartirlas para que las probéis porque es un plato sencillo y muy rico para sacaros de un apuro este verano.
Un poco de aquí y un poco de allí y al final siempre sale algo. Ya os he dicho muchísimas veces, que en la cocina del día a día no hay una ciencia exacta. Nada es exacto, ni imprescindible. Ni las medidas muy precisas (ojo, no hablo de respostería, ni cocina molecular o cosas así). Todo es cuestión de gustos... si te gusta mucho la cebolla, pues le añades cebolla. Y si no te gusta, pues no hace falta que le pongas. ¿Pepinillos? pues dale pepinillos. Y al final, acomodas la receta a tu gusto para que a tí te resulte deliciosa.
Así que esta vez os voy a contar cómo la hice yo, con lo que tenía en ese momento. Salió muy rica. Pero echar un vistazo a vuestra nevera y poner en este rollo lo que os venga en gana, que para eso es vuestro.
¿Vamos a la cocina?

INGREDIENTES: 

Tortitas de trigo (de las de hacer fajitas)
Lechuga
Tomate
Una salsa (mayonesa, salsa césar o salsa de yogur)
Pechugas de pollo fileteadas
Yogur natural sin azucarar
Curry
Cebolla frita
Jamón de york

ELABORACIÓN: 

Esto es lo más fácil del mundo. Lo único que requiere un poco más de dedicación y tiempo es preparar las pechugas al curry. Yo las hacía siempre en el microondas, ya os lo conté en esta receta que veis pinchando AQUI, Pero os lo cuento de nuevo, porque también las podéis hacer de otra forma, como esta vez. ¿Veis?, ¡no hay ciencia exacta!
Para esta receta las hice filetes finos y después de salpimentarlas, las metí a remojo en una salsa hecha con yogur natural y una buena cucharada de curry bien mezclado. Las tuve una noche entera. A la mañana siguiente, las pasé vuelta y vuelta por una sartén. Y las dejé enfriar.
Una vez frias, las piqué bastante con la picadora de la batidora o con thermomix. Y ya tenemos listo en ingrediente principal.
Ahora viene el rock and roll... Abrimos la tortita, y extendemos un filete fino de jamón de york. Y más o menos centrado vamos poniendo un poco de la picada de pechuga. Y ya encima lo que nos vaya pidiendo el cuerpo. Yo les puse lechuga muy picada, unas finas rodajas de tomate, un poco de cebolla frita y un buen chorreón de salsa césar que tenía, o era salsa de kebab, no recuerdo muy bien, pero cualquier salsa desde mayonesa hasta lo que se os ocurra, que lo haga un poco más jugoso, quedará genial. Se me ocurre hasta guacamole.
Cuando tengamos todo lo que queremos dentro, vamos enrollando con cuidado de que no se nos salga todo ni de que se quede demasiado suelto, o se abrirá constantemente. Más bien hay que apretarlo. Podemos ayudarnos a mantenerlo cerrado con un palillo, si veis que queda abierto de más.
Esta vez los partí por la mitad y los serví así, uno junto a otro.
Ya os digo. Un plato que se sirve frío (aunque también podéis hacerlo en caliente) y que seguro que os encantan. Los peques os pueden ayudar a prepararlas. No dejéis de contarme qué os parecen.
Un saludo y ¡cuidado con los calores!
Feliz verano.
Mamen

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