miércoles, 22 de julio de 2015

GAZPACHO DE REMOLACHA

Hace unos días estuve en Fierro (Valencia), donde asistí a una master class impartida por Begoña Rodrigo, ganadora de TopChef I, que regenta La Salita, en Valencia. Sinceramente, me hacía mucha ilusión conocerla y aprender de ella. Considero que es una cocinera de esas que yo digo "con corazón" y vocación de hacer todo bueno, además de bonito. Merecía la pena el viaje y allí me presenté.

Desde luego, hay que ver cómo desvirtualizan la televisión y los realities a las personas, mostrando sólo lo que ellos quieren que veamos. Está claro que en tan solo unas horas no se conoce a una persona, pero lo que vi de Begoña no tiene nada que ver con la imagen que daban de ella en el programa. Me pareció fascinante, cercana, natural, atrevida y sus platos, de un enorme valor culinario, equilibrados, vistosos, plenamente justificados y lo que es mejor, deliciosos.

De ese taller me llevé varias recetas y un detalle: la sencillez de Begoña y el buen hacer de Germán Carrizo y Carito Lourenzo, que dirigen Fierro. Les irá muy bien, estoy segura.

De esas recetas, la primera que me surgió probar fue este Gazpacho de remolacha que comparto con vosotros. En realidad, no presté demasiada atención a la elaboración del paso a paso de cada plato en sí. De cada uno saqué unas cosas, varias ideas, algunos detalles que luego te surgen en tus propias elaboraciones y pueden ser complementarios. Así que no se si esta receta sigue punto por punto a la de Begoña, pero sí que parte de su mismo planteamiento.

INGREDIENTES: 

5 tomates maduros (buenos)
1 pepino con piel
1 pimiento verde (pelado)
1 cebolla mediana
1 remolacha
1 diente de ajo (creo que yo ni se lo puse)
2 cucharadas de pasta de ají amarillo (menos, si no os gusta muy picante)
AOVE
Un chorrito de vinagre de arroz
Sal
Para acompañar: 
Parmesano rallado
Rúcula picada

ELABORACIÓN; 

Para hacer el gazpacho, he de reconocer que robots de cocina como la Thermomix, ayudan mucho. Si no, una batidora. No obstante, yo después de triturarlo todo, lo paso por el chino, por si quedaran algunas pieles.

Interesante el aporte de la pasta de ají; es como si le diera alegría al plato. Un toque picante, pero no rabioso. Es muy agradable. Pero prescindible si no te gusta. Lo mismo ocurre con el vinagre de arroz, es un sabor peculiar que lo enriquece bastante. Pero también puedes ponerle un vinagre de sidra o de vino normal. Que eso no te condicione toda la elaboración.

Pues bien, partimos un poco todas las piezas y las trituramos a conciencia (velocidad 3-5-7). Rectificamos de sal. Ponemos un poco de vinagre y apartamos, pasándolo por el chino, como os decía antes. Después añadiremos el aceite poquito a poco y removiendo bien para emulsionarlo todo y lo llevamos a enfriar.

Cuando esté servido el gazpacho bien fresquito en los cuencos, rallar encima un poco de parmesano y añadir rúcula picada. Este toque corre de mi cuenta, me pareció que le iba bien el toque amargo de la rúcula y el contraste con el queso fuerte. Es un espectáculo de color y una fiesta de sabores.

Ya me lo contaréis. Es un plato ideal para los calores del verano, además de poder incorporarlo a otras recetas, como os contaré más adelante. Espero que os guste tanto como en casa, que nos ha conquistado.


Gracias, Begoña.

Un saludo a todos.

Mamen.


2 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu post y no hay mas que veros lo contenta que estas con el resultado que no es para menos.Bsss

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  2. Me encanta, tengo de todo para hacerlo y esta semana lo pruebo, xDD

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